viernes, 16 de septiembre de 2016

HABLEMOS UN POCO DE YOGA


Etimológicamente el termino yoga proviene de un antiguo idioma llamado sánscrito y su grafía era originalmente "ioga" que significa yugo, unión y se refiere a la conexión sagrada de la conciencia individual con el principio absoluto que es conocido como Dios. Según la tradición, este proceso se logra a través de métodos que desarrollan una disciplina física y mental, buscando la purificación del cuerpo y de la mente.

En cuanto a la practica, su país de origen es la India, no se sabe a ciencia cierta cuando surgió, pero se conoce que sus habitantes ya realizaban meditaciones con posturas físicas desde antes de la era cristiana, aunque muchos practicantes hinduistas sostienen la teoría que el yoga es eterno, es decir, no tuvo un comienzo, sino que siempre existió.

Estudios arqueológicos han encontrado sellos de piedras con posturas yóguicas que datan de aproximadamente 3000 años ac. Igualmente, las escrituras hindúes, consideradas unas de las más antiguas del mundo, hacen referencia al yoga, estas a su vez provienen de los textos sagrados Vedas que constituyen todo un acervo de sabiduría en el campo del conocimiento del ser humano a nivel físico, metafísico y espiritual.






Según las doctrinas en las que se asienta el yoga, así como los textos donde se contemplan las bases de la disciplina yóguica, se considera su práctica como un ritual sagrado donde el individuo se conecta con la Energía Suprema para activar sus centros energéticos que permitan fluir el Kundalini que se encuentra subyacente en cada ser, purificando su cuerpo y espíritu. Este proceso, básicamente se realiza a través de posturas denominadas Asanas, sin embargo, generalmente se acompaña también de la respiración y la concentración para lograr activar la conciencia del "aquí y el ahora".